
Síndrome del Impostor.
Muchas personas se ven afectadas por este evento psicológico.
¿A que nos referimos cuando hablamos de esto?
Antes que nada, nos referimos a un trastorno en la autopercepción, vinculada al logro.
Las personas que padecen de este síndrome, no pueden ser conscientes de su valor en determinada labor, o se sienten sin las competencias para ello, aun cuando los resultados demuestren lo contrario. Es una percepción de sí mismo, de fraude. De no merecer ni el cargo, ni el reconocimiento de las personas afectas. La sensación personal, de no estar a la altura del desafío en términos de capacidades, genera temor, y puede ser una auto profecía cumplida en relación a perder un trabajo, o un examen. La seguridad propia ante una tarea es en si misma una salvación. El temor a no estar haciéndolo bien, o no sentirse capaz, es un enemigo interior que hay que derrotar.
¿Porqué se presenta este trastorno?
No todas las personas respondemos igual a los estímulos externos que recibimos. En la infancia, absorbemos como una esponja lo que sucede a nuestro alrededor. Y es en los vínculos en la familia donde hay que poner atención. Si a menudo me comparan con mi hermana o hermana “mas inteligente” es obvio que me sentiré inferior. Asimismo en los colegios de alta exigencia académica puede pasar que un alumno o alumna, sienta minada sus capacidades si se presentan métodos educativos de tipo competitivo. No todos aceptan bien la competencia entre pares. Los paradigmas profesionales también pueden afectar. Los roles entre hombre y mujer, las comparaciones entre sexos, puede generar este fenómeno.
Por último, cabe señalar que es natural que ante un nuevo desafío profesional nos sintamos nerviosos, ansiosos o tensos, porque queremos que nos salga bien. No hay nada de malo en ello. Es sano recordar que somos personas falibles, y la autoexigencia es un factor positivo para nuestro desarrollo. El tema pasa por entender que el nivel de autoexigencia tiene un limite racional. Es decir cuando la autoexigencia y las metas que nos proponemos van más allá de lo que indica la norma, porque nos sentimos poco capaces de llevar la tarea adelante, debemos poner atención.
El síndrome del impostor ha afectado en algún momento a más del 50% de las personas.
Para explotar al máximo tu potencial debes confiar en que tus capacidades son reales, y descubrirlas en un acto de justicia.
En los procesos de selección de personas, se realizan entrevistas por competencias, y de carácter psicolaboral. Es positivo que puedas repapar en ti, en lo que te sucede para enriquecer tu autovisión, y por lo tanto lograr mayores y mejores resultados.